Canadá

EL PAÍS INABARCABLE

Canadá es actualmente el segundo país más grande del mundo, después de Rusia y si exceptuamos la Antártida. Un territorio inabarcable y al que, por mucho que regresemos, acabaremos por conocer sólo la piel de un lugar premiado por la Tierra, por la naturaleza. Un país donde los bosques, la fauna, los lagos, sus ríos, sus cascadas, sus tundras, envuelven como un inmenso papel de regalo los presentes de sus ciudades, ordenadas, educadas, amigables, refugio final de un viaje inolvidable: Toronto, Vancouver, Victoria, Quebec…

Será inolvidable acercarse hasta los pies de los altos picos de las montañas Rocosas, las gélidas tundras del norte y las amplias llanuras, punteadas de fauna salvaje, de las praderas centrales. Más al sur, poblado de densísimos bosques y de esquivos osos, hay abundancia de ríos y lagos, algunos de ellos entre los mayores del Mundo, como el Superior Hurón, Erie, Ontario y un largo enumerar, casi infinito. La bahía de Hudson, un enorme mar interior y entre sus miles de islas, las de Baffin, Terranova, Vancouver.

Saber que limita con el Océano Glacial Ártico, con Groenlandia por el estrecho de Davis y con los Estados Unidos al sur y al noroeste por Alaska, acaba por sacar de nosotros el viajero empedernido que llevamos dentro, como un sueño en el que nos cubrimos con un sombrero de fieltro, como el de los exploradores y aventureros que lo recorrieron en otros tiempo lejanos