Kenya

TIERRA DE NUESTROS ANCESTROS

Viajar a Kenya, tierra de nuestros ancestros, que habitaron la zona desde hace más de dos millones de años, es adentrarse súbitamente en las tierras de Masai Mara, de Amboseli, el lago Nakuru, Tsavo o Samburu. También en las cálidas playas de la costa swahili de Lamu, Malindi y Mombasa.

Soñar con hacer un safari por tierras africanas, donde la sabana y su atardecer cobijan las grandes manadas de nuestro imaginario salvaje, es hacerlo por Kenya.

Este país toma su nombre del monte Kenya, la cumbre más alta del país, cuyo nombre significa “montaña luminosa” en una de las lenguas locales. Desde estas tierras altas, boscosas y llena de misterio, basta unas pocas horas de ruta hacia el norte para entrar en la Reserva de Samburu, la más sorprendente de todas, cuyo río Ewaso Ngiro crea un oasis en las tierras escarpadas y áridas, y de abundante fauna salvaje. Hacia el oeste de esta zona, atravesando de nuevo la línea del ecuador, se descubre el Lago Nakuru, uno de los innumerables lagos que puntean el Vale del Rift, destino final de miles de flamencos rosados y pelícanos, espantados en bandadas ondulantes por los hipopótamos que dormitan en sus aguas.

Más hacia el oeste aun, junto a la frontera con Tanzania, Masai Mara, la tierra delos masáis, la tierra de los leones, los elefantes, el paraíso de la vida animal salvaje. Ver la emigración de los ñus atravesar el río Mara, entre grupos de cocodrilos y leones acechantes, chacales, leopardos, hienas y guepardos, es una experiencia mágica que jamás habría de perderse.

Entre sus míticas playas, las de Lamu, la isla tranquila, Mombasa, Malindi y tantas por descubrir.