Sudáfrica

UN MUNDO EN UN PAÍS

Un país inabarcable en extensión, en contrastes, en diversidad, en belleza. Decidirse por Sudáfrica para emprender un viaje, significa plantearse seleccionar muy bien los lugares que se quieren visitar, quedándonos siempre con la sensación agridulce de todo aquello que no podremos ver, salvo que decidamos dejar nuestro acomodo para pasar unos meses de nuestra vida por uno de los países más espectaculares de África.

Kruger y su facilidad para poder conducir nosotros mismos entre la fauna salvaje, las reservas privadas de los alrededores de Kruger, donde alojarse en los más lujosos campamentos del continente. Ciudad del Cabo, la bella entre las bellas, uno de los logares donde cualquiera querría vivir. El Cabo de Buena Esperanza y las ballenas que durante meses pasan frente a sus costas. El desierto del Kalahari, misterioso, de donde proceden algunos de nuestros ancestros. El Cañón del Río Blyde y su mirador, desde donde se nos cortará el aliento ante los deslumbrantes valles. Los grupos étnicos y sus comunidades, como los guerreros zulúes, los xhosa, los ndebeles, etc. Soweto y su parte de la historia moderna del mundo.

Y también su desarrollo, su buena red de carreteas, sus viñedos y deliciosos vinos, su gastronomía, sus trenes de lujo, que cicatrizan la dura piel del país, el lujo de sus hoteles, la amabilidad de su pueblo, su preciosa artesanía. Todo eso y todo lo que dejamos por mencionar, hacen de Sudáfrica un lugar donde jamás dejaremos de sorprendernos.